La realización de la TV ante la lesión de Hayward y su lección para evitar el morbo

Este martes se dio el flamante pistoletazo de salida a la temporada NBA 2017/2018. Una jornada de alboroto y alegría entre los millones de fans de la NBA a lo largo de todo el mundo que la liga había preparado como todos los años con dos partidos de altura: Una reedición de las Finales del Este entre Celtics y Cavaliers, y un duelo entre los campeones y uno de los nuevos gallos del Oeste, Warriors contra Rockets.

Toda esa alegría sin embargo se acabó súbitamente cuando solo habían pasado 5 minutos y 15 segundos del partido que enfrentaba a Boston en la cancha de Cleveland. Gordon Hayward, flamante fichaje de los Celtics en esta agencia libre, caía con estrépito al intentar capturar un pase elevado sobre su tobillo izquierdo. El resultado, según las primeras informaciones pendiente de pruebas más profundas: una fractura de tibia y el tobillo dislocado de forma completamente antinatural. Es previsible que se pierda todo el curso.

Basta con ver las reacciones de sus compañeros y rivales para tener constancia. LeBron y Wade se tapaban los ojos. Crowder miraba al suelo resignado y maldiciendo, y los jugadores de los Celtics se conjuraban abrazándose haciendo una piña para intentar metabolizar ese durísimo golpe lo mejor posible. Era en cierto modo lo mismo que podía sentir el espectador: un dolor brutal al ver cómo un ídolo o un compañero sufría una desgracia visualmente además muy explícita, y el sentimiento de fragilidad inmediato que se transmite a cualquiera que haya jugado al baloncesto. Porque en gran medida, la lesión de Hayward fue pura mala suerte.

Los gestos tras la lesión de Hayward de los jugadores de Cavs y Celtics lo dicen todo. El estómago sobrecogido por las imágenes. #NBA pic.twitter.com/RYwsEs2mvF

— Sweet Hoops NBA (@SweetHoopsNBA) October 18, 2017

Una imagen realmente espeluznante que los realizadores de la televisión americana (TNT) captaron en una primera instancia al ser el foco de atención pero que retiraron en menos de segundo. Y a partir de ahí, en medio del desconsuelo de todos los jugadores y del público presente en The Q, se sucedió una lección de cómo transmitir en televisión sin caer en el morbo de ver a un jugador que seguramente se pierda la temporada, y que al levantar la cabeza vio su tobillo literalmente desencajado.

La historia que nunca habríamos querido contar. Gordon Hayward se despide de la temporada en el primer partido. pic.twitter.com/aO3Jk0MvEW

— NBA en Movistar+ (@MovistarNBA) October 18, 2017

Como se ve en este tuit extraído de la retransmisión en España de Movistar+, los realizadores de TNT estuvieron 4 minutos de reloj tomando rostros y reacciones sin volver en ningún momento a Hayward hasta que este fue retirado entre aplausos en camilla. Preservaron su intimidad y ahorraron al espectador una escena que hacía que los que la vieron quisieran retirar la mirada. Huyeron completamente del morbo, y eso, junto con la lección de informar sobre la gravedad de la situación a través de los rostros de los otros jugadores y el público, es con toda seguridad la única idea buena que se puede extraer de la desgracia que esta noche le ocurrió al alero de los Celtics.

Los realizadores de TNT estuvieron 4 minutos de reloj tomando rostros y reacciones sin volver en ningún momento a Hayward

El propio Antoni Daimiel, comentarista de Movistar+, lo apreciaba durante la retransmisión: «Son muy reveladoras las imágenes que estamos viendo (decía, en referencia a los rostros de los jugadores). Vemos que la realización en estos momentos quiere evitar mostrar cualquier imagen referida a lo que está pasando con Hayward»… a lo que su compañero Guille Giménez añadía: «El debate en la TV americana ahora mismo tiene que ser tremendo sobre meter la repetición o no. Y qué repetición meter».

Al final, la TNT optó por una repetición lejana, lo suficientemente aséptica como para no dañar ninguna sensibilidad ni, de nuevo, caer en el morbo de los que quieren ver a un hombre destrozado. Podemos imaginar, que ante un evento de este tipo la tensión en esos momentos fue enorme. Sin embargo, el realizador al cargo actuó de una forma magistral.

En la prensa digital también se ha optado mayoritariamente por imágenes no dañinas para Hayward y para el espectador. Decimos mayoritariamente porque hay ejemplos de que no, de los que buscan el click con la ampliación de una imagen morbosa. Por líneas generales, se ha tomado la misma escena que ilustra este artículo en nuestra portada, el rostro de Dwyane Wade desolado y pensativo con Hayward al fondo. Una imagen que informaba por sí misma sin necesidad de mostrar nada dañino para nadie.